Descubre que no soy tan malo
tan solo, un poco raro
que no me sé atar solo los cordones
y que vivo de emociones.
No quiero recibir lecciones,
ni que me pisen los talones,
A veces soy ligero como el viento
y yo solo me meneo,
y otras quiero que me impulses
y no caerme de bruces.
Eres la guía que sigo
y en el invierno mi abrigo,
Celestina de mis dudas
y la enfermera que me cura
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