Empataron los abuelos al tute
en sus tiempos de bombo y de resguardo,
con raza en el cine de color blanco
y sereno fiel a su flauta dulce.
Murió el azar a garrote y sin luces
y murieron los padres en pecado,
engendrando a unos hijos condenados
al futuro que el destino escupe.
Destino del pecado original
que marcará a los niños del mañana,
con bocado de Adán y sin costilla.
Hoy ¿qué se les puede recriminar
si tan solo acabaron la manzana,
la herencia de sus viejos en papilla?
???????
ResponderEliminarNo lo pillo tron...
¿No? Te podría decir que me refiero al veneno como diría uno de los Panero, pero más que eso me refiero a la vida envenenada, entendida como porvenir, que muchos recogen de las generaciones que les preceden, que en definitiva son los que siembran o sembraron, el futuro que vivirán o que ya vivimos.
ResponderEliminar¡¡Un saludo y gracias por leer mis poesías!!
Hola Raúl, por fín he leido tuspoesías.
ResponderEliminar"NO DEJES DE ESCRIBIR"
Carmen